A lo largo de varios artículos hemos podido comprobar como existe una relación directa entre aquellas empresas que se sitúan como líderes en su sector y aquellas que realizan una mayor apuesta por la inversión en tecnología. Es de esta relación de donde surgen los sistemas de sostenibilidad empresarial LFO (Latera financial Organization; Organización Financiera Lateral).
¿Qué es un sistema LFO?
Un sistema LFO se basa en la organización de pocas partidas presupuestarias de manera paralela a la organización financiera general de la empresa y a la contabilidad analítica, aunque con influencia en cada una de ellas.
El sistema LFO, se basa en dos premisas fundamentales:
Premisa 1: Una empresa sobre-estructurada es una empresa con gran riesgo frente a la evolución de los mercados.
Premisa 2: Una empresa que realiza una apuesta sostenida y continuada en innovación y tecnología tiene más posibilidades de sostenerse en el tiempo que una que no lo hace.
Bien, dadas las anteriores premisas, Los sistemas LFO estructuran los gastos o inversiones de la empresa en 8 partidas (el número de partidas y su reparto porcentual puede sufrir modificaciones en función del sector en el que opere la empresa):
- Estructura.
- Mercaderías.
- Existencias
- Deuda
- Innovación.
- Tecnología.
- Fondo de contingencia.
- Varios
Estas partidas se relacionan con la facturación de ventas con el objetivo de:
- Marcar un techo en las partidas de Estructura, Mercaderías, Existencias, Deuda y varios en base a un porcentaje de la facturación.
- Marcar un suelo en las partidas de Innovación, Tecnología y Fondo de Contingencia.
¿Por qué?
Para entenderlo pongamos un ejemplo con la partida de estructura.
Tenemos una empresa que se encuentra con una facturación media anual en los últimos tres años de 1.000.000 de euros y sus costes de estructura (oficinas, personal, etc.) suponen anualmente 690.000 euros (En este caso y para el ejemplo no tendremos en cuenta el resto de partidas). Bien, resulta evidente que existe una buena proporción entre ingresos y gastos. Esto es así mientras no ocurran situaciones como la reciente crisis mundial en la que muchas empresas han visto reducida su facturación un 40%, un 50% e incluso más.
Por desgracia los descensos en facturación suelen resultar mucho más rápidos que la capacidad de la empresa para adelgazar su estructura, por lo que como hemos podido comprobar, muchas empresas se verán abocadas al cierre.
Con un modelo LFO, el techo de gasto en estructura se podría situar con facilidad en el ejemplo que nos ocupa en unos 350.000 euros, por lo que la empresa se encontraría correctamente saneada y podría aguantar descensos en su facturación de hasta un 70%.
Es evidente que leído resulta muy lógico y sencillo, ahora bien;
¿Cómo se consigue pasar de una empresa sobre-estructurada a una empresa saneada?
Eso es lo que iremos descubriendo en los siguientes artículos, aunque podemos adelantar que la tecnología, la innovación y como se manejen esas partidas jugarán un papel decisivo.
Autor: Jose David Rodriguez.
Director de Expansión en Latam.
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ResponderEliminarLa constitución de sociedades con capital extranjero en Colombia requiere los mismos trámites que para la constitución de una empresa completamente nacional, ya que cualquiera de los tipos societarios puede ser adoptado por inversores extranjeros sin que le sea aplicable un régimen especial en la banca de inversión en Medellin. http://www.artikabi.com/